Todos somos la misma puta, pero con distinta peluca

jueves, 15 de mayo de 2008

Silencio


Ha sido tras una risa en exceso eufórica cuando tu semblante me ha hablado de un pesar tan hondo,
que mis palabras habrían sido insustanciales y mi consuelo indigno.


He decidido callar y acurrucarte en mis brazos, mientras, nuestras cuatro pupilas se pierden en el juego de las ramas de los chopos


Y el silencio nos acompaña.

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